miércoles, 11 de agosto de 2010
Algo corto pero de gran contenido
En busca de la pareja perfecta
Habia una vez una muchacha de nombre Nadia, cuya belleza atraía a todos los que la conocían. A pesar de ello, Nadia se sentía muy sola. Tras la alegría del primer encuentro con sus pretendientes, les encontraba defectos. Entonces, sentía que su amor se marchitaba y seguía anhelando su ideal de pareja perfecta.
Un día, Nadia oyó hablar de un sabio que a todos conmovía con sus palabras. Aquella noche, decidió consultarle su problema.
"Tal vez -se decía- me pondrá en el camino de ese hombre ideal que sueño".
A la mañana siguiente, llegó hasta él y, tras exponerle su mala suerte, le dijo:
- Necesito hallar la pareja perfecta. ¿Qué podria decirme? Una persona como usted, sin duda, habrá encontrado la pareja perfecta.-
Aquel anciano, mirando a Nadia con brillo intenso en sus ojos, le dijo:
- Pasé mi juventud buscando a la mujer perfecta. En Egipto, encontré a una mujer bella e inteligente, pero era muy inconstante y egoísta. En Persia, conocí a una mujer que tenía un alma buena y generosa, pero no teníamos aficiones en común… Y así una mujer tras otra. Al principio, me parecía haber logrado "el gran encuentro", pero, pasado un tiempo, descubría que faltaba algo que mi alma anhelaba. Fueron transcurriendo los años hasta que de pronto, un día…- dijo el anciano haciendo una emocionada pausa, -la vi, resplandeciente y bella. ¡Allí estaba la mujer que yo había buscado toda mi vida!-
-¿Y qué pasó? ¿Te casaste con ella?- replicó entusiasmada la joven Nadia.
- Al final… la unión no pudo llevarse a cabo.
-¿Por qué?, ¿por qué?-
- Porque al parecer– le dijo el anciano con un gran brillo en sus ojos, -ella buscaba la pareja perfecta…-
A veces nos concetramos tanto en que nuestra pareja sea perfecta que olvidamos de disfrutar el estar junto a esa persona, no se trata de buscar lo perfecto, se trata de aceptar los defectos y comprenderlos, ya que nosotros tampoco somos perfectos.
Sabanas
Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo.
En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana que una vecina colgaba sábanas en el tendal.
-¡Qué sábanas sucias está colgando para secar!
-Está precisando de un jabón nuevo... ¡Si yo tuviera confianza con ella le preguntaría si quiere que yo le enseñe a lavar las ropas!-
El marido miró y quedó callado.
Algunos días después, nuevamente, durante el desayuno, la vecina colgaba sábanas y la mujer comentó con el marido:
-¡Nuestra vecina continúa colgando las sábanas sucias! ¡Si tuviera confianzacon ella le preguntaría si quiere que yo le enseñe a lavar las ropas!-
Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropasl.
Había pasado un mes, la mujer se sorprendió al ver las sábanas siendo tendidas, y entusiasmada fue a decir al marido.
-¡Mira, ella aprendió a lavar las ropas! ¿Será que la otra vecina le enseñó...? Porque yo no hice nada.-
El marido calmosamente respondió:
-¡No, hoy yo me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana! -
Y así es. Todo depende de la ventana, a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, verifiquemos si hicimos alguna cosa para contribuir. Aprendamos a ver nuestros propios defectos y limitaciones.
Soy ciego...
Dicen que una vez, había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía: “POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO”.
Un creativo de publicidad que pasaba frente a el, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomo el cartel, lo dio vuelta, tomo una tiza y escribió otro anuncio.
Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.
Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él el que rescribió su cartel y sobre todo... ¿qué había puesto?.
El publicista le contestó: "Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras", sonrió y siguió su camino.
El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: “HOY ES PRIMAVERA... Y NO PUEDO VERLA”.
¡Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y veremos que de esa manera puede que resulte!
Depende de la forma
Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes.
Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.
¡Qué desgracia Mi Señor!, exclamó el Sabio, Cada diente caído representa la muerte de un pariente suyo.
¡Qué insolencia!, gritó el Sultán enfurecido, ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado.
Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
¡Excelente Señor! Gran felicidad te fue reservada. El sueño significa que vivira mas que todos sus parientes.
Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
¡No es posible! La interpretación que hiciste de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
Recuerda bien amigo mío, respondió el segundo Sabio, que todo depende de la forma en el decir..uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.
1000 perritos
" Se dice por ahí que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa, el perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera; al terminar de subir las escaleras se topó con una puerta semi-abierta.
Lentamente se adentró en el cuarto y para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto había 1000 perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito de nuestra historia comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco, los 1000 perritos hicieron lo mismo; posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos, el perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para si mismo:
"Qué lugar tan agradable, voy a venir más seguido a visitarlo".
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto, pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que, a su parecer, lo estaban viendo de una manera agresiva, éste empezó a gruñir y obviamente vio como los 1000 perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él; cuando este perrito salió del cuarto pensó:
"Qué lugar tan horrible es este, nunca mas volveré a entrar allí".
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía:"La casa de los 1000 espejos".
Hay veces que el mundo nos devuelve lo que damos, si decidis encarar las cosas con una sonrisa es probable que te devuelvan una sonrisa, si en cambio das tu peor cara seguramente, vas a ver lo mismo.
Prueba de Valor
Un millonario promueve una fiesta en una de sus mansiones y, en determinado momento, pide que la música pare y dice, mirando hacia la piscina donde cría cocodrilos australianos:
Al que salte a la piscina, consiga atravesarla y salir vivo del otro lado ganará todos mis automóviles. ¿Algún voluntario?
Espantados, los invitados permanecen en silencio y el millonario insiste:
- Al que salte a la piscina, consiga atravesarla y salir vivo del otro lado ganará todos mis automóviles y mis aviones. ¿Algún voluntario?
El silencio impera y una vez más el ofrece:
- Al que salte a la piscina, consiga atravesarla y salir vivo del otro lado ganará todos mis automóviles, mis aviones y mis mansiones.
En ese momento alguien salta a la piscina.
¡La escena es impresionante!
Una lucha intensa, el valiente se defiende como puede, les sujeta la boca a dos cocodrilos con los pies y las manos, tuerce la cola de los reptiles. Increíble. Mucha violencia y emoción. Parece una película!
Después de unos minutos de terror y pánico, sale el valiente hombre lleno de rasguños, hematomas y casi desnudo.
El millonario se le acerca para felicitarlo y le pregunta:
- ¿Dónde quiere que le entregue los automóviles?
- Gracias pero no quiero sus autos.
Sorprendido el millonario pregunta:
- ¿Y los aviones, dónde quiere que se los mande?
- Gracias, no quiero sus aviones.
Extrañado por la reacción del hombre, el millonario le pregunta:
- ¿Y las mansiones?
- Tengo una casa hermosa, no necesito las suyas. Se puede quedar con ellas.
- No quiero nada que sea suyo.
Impresionado el millonario le pregunta:
-¿Pero si usted no quiere nada de lo que ofrecí, que es lo que quiere?
El hombre muy irritado responde:
- ¡ENCONTRAR AL CRETINO QUE ME EMPUJÓ AL AGUA!
Moraleja:
Somos capaces de hacer cosas que a veces nosotros mismo no creemos que conseguiríamos, y a veces para lograrlo necesitamos de un pequeño empujoncito.
Somos lo que somos
Un rey fué hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo:
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
La Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta,un Clavel, floreciendo y más fresco que nunca. El rey le preguntó:
- ¿Cómo es que creces tan saludable en medio de este jardín mustio y sombrío'?
- Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste querías claveles. Si hubieras querido un Roble, lo habrías plantado. En aquel momento me dije: Intentaré ser un clavel de la mejor manera que pueda y heme aquí el más hermoso y bello clavel de tu jardín.
Vivimos marchitandonos nuestras propias existencias comparándonos con los demás.... si yo fuera, si yo tuviera, si mi vida fuera.... siempre conjugando el futuro incierto, en vez del presente concreto, empecinados en no querer ver, que la felicidad es un estado subjetivo y voluntario.
Podemos elegir hoy, estar felicies con lo que somos, con lo que tenemos o vivir amargados por lo que no tenemos o no podemos ser. Sólo podremos florecer el día que aceptemos que somos lo que somos, que somos únicos y que nadie puede hacer lo que nosotros vinimos a hacer. Una mañana extraordinaria
Aquella podría ser una mañana más como otra cualquiera. Un sujeto entra en la estación del Metro; va vestido con un pantalón de jean, una camiseta barata se sitúa cerca de la entrada... extrae un violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para toda la gente que pasa por allí. Es la hora pico de la mañana.
Durante los 45 minutos que estuvo tocando el violín, fue prácticamente ignorado por todos los pasajeros del Metro.
Nadie sabía que ese músico, era, precisamente, Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando sin parar las piezas musicales más consagradas de la historia, con un instrumento muy especial, un violín Stradivarius, estimado en un valor de más de 3 millones de dólares.
Unos días antes, Bell, había tocado cpn la Sinfónica de Boston, donde los mejores lugares para el concierto costaban 1000 dólarescada uno.
Esto, que ha sido grabada en video, muestra a hombres y mujeres que caminan muy rápido, cada uno haciendo una cosa, pero todos indiferentes al sonido del violín...
La iniciativa fue realizada por el Diario The Washington Post, con la finalidad de lanzar un debate sobre el valor del arte, y de su contexto.
LA CONCLUSIÓN: Estamos acostumbrados a dar valor a las cosas cuando están en un determinado contexto. En este caso, Bell, era una obra de arte en sí mismo, pero fuera de contexto, pasaba desapercibido Hay que aprender a valorar las cosas por lo que son, en cualquier lugar y momento de la vida. Abran los ojos.
Bailar bajo la lluvia
Una mujer muy sabia se despertó una mañana, se miró al espejo y notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza. 'Hummm' pensó, 'creo que hoy me voy a hacer una trenza'. Así lo hizo y pasó un día maravilloso.
El siguiente día se despertó, se miró al espejo y vio que solamente tenía dos cabellos en su cabeza. 'Hummm' dijo 'creo que hoy me peinaré de raya en medio'. Así lo hizo y paso un día grandioso.
El siguiente día cuando despertó se miró al espejo y notó que solamente le quedaba un cabello en su cabeza. 'Bueno' ella dijo 'ahora me voy a hacer una cola de caballo'. Así lo hizo y tuvo un día muy, muy divertido.
A la mañana siguiente cuando despertó corrió al espejo y enseguida notó que no le quedaba ni un solo cabello en la cabeza. 'Que bien' exclamó 'hoy no voy a tener que peinarme'.
La actitud es todo.
La vida no es esperar a que la tormeta pase. Es aprender a bailar bajo lo lluvia.
$2.37
El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que leía: "Cachorritos en venta". Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando: "¿Cuál es el precio de los perritos?" El dueño contestó: "Entre $30 y $50". El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas: "Sólo tengo $2.37... ¿puedo verlos?". El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás.
El niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba. "¿Qué le pasa a ése perrito?", preguntó. El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida. El niñito se emocionó mucho y exclamó: "¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!". Y el hombre replicó: "No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo". Y el niñito se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: "Yo no quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo". El hombre contestó: "Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. El nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos".
El niñito se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo: "Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda". El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas... sonrió y dijo: "Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú".
En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente. Un verdadero amigo es aquél que llega cuando el resto del mundo se ha ido.
La piedra
El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor, construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de asiento.
Para los niños, fue un juguete.
Drummond la poetizó.
David, mató a Goliat.
Y Miguel Angel le sacó la más bella escultura.
En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra ¡sino en el hombre!.
No existe "piedra" en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.
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